Esta es una obra pensada y escrita tanto para ser vista como para ser leída. Relata un viaje fantástico, mágico y transformador guiado por los Arcanos Mayores del Tarot que nos invita a hacer una valiente reflexión sobre la vida y la muerte. Sinopsis Había saboreado uno de los mejores momentos de la vida. Estaba pletórica de euforia tras el encuentro con aquel peculiar grupo de de veintiún visitantes que me habían dado pie a exponer por fin mi visión sobre "El jardín de la delicias" saltándome los cánones tradicionales de las visitas guiadas del Museo del Prado. Además, aquel éxtasis de felicidad se vio aumentado por el éxito que había tenido el estreno de mi nueva obra cómica interpretada por mi payasa en el teatro del Hospital Infantil Niño Jesus. Si había funcionado allí, funcionaría en cualquier lugar. Saberlo me llenaba de alegría. Aquel día cualquiera se había transformado para mí en una escalera hacia el cielo. Me sentía completamente realizada, casi rozando lo divino, cuando me enteré de la muerte de María. Entonces literalmente se me cayó el mundo a los pies. Quizá en otras circunstancias lo habría sentido también mucho pero el impacto habría sido menor. De un momento a otro pasé del éxito total al más absoluto de los fracasos. Para una payasa esto no tendría que haber supuesto ningún problema teniendo en cuanta nuestro carácter transmutador, es decir, la habilitad para transformar el fracaso en éxito. Pero, ¿cómo convertir en éxito la muerte de un ser querido? Allí estaba yo, sin respuesta, con mi precioso vestido blanco de estreno, la nariz colgando del cuello, los zapatos oro rubí brillantes y el alma en los pies. Perdí la noción del tiempo y del espacio entre llantos hasta que María apareció en mi habitación y yo decidí seguirla. Crucé la puerta sin plantearme porqué el pasillo había sido sustituido por una hermosa playa de postal. Tampoco me planteé el que hacía él allí, ni el hecho de que una paloma blanca pudiera salir y entrar de un sombrero a mi antojo, ni la existencia de los ángeles, ni tantas otras cosas más que me sucedieron a lo largo del camino. Estaba alentada por la idea de encontrar a María y ello me condujo a recibir la magia de los lugares como cualquier acción cotidiana y a los personajes que iban apareciendo como viejos conocidos, al fin y al cabo yo ya había compartido con ellos algo muy íntimo. Así fue como hice el viaje más alucinante de toda mi vida, el viaje que me condujo a encontrarme a mí misma. Y transformé el fracaso de la pérdida en un gran éxito y la muerte en pura vida. Entonces el juego de la vida comenzó a ser fácil, agradable, aleger y divertido.