Leonardo Rivadeneyra o una palabra urgente para el amor Otra vez el amor. Si, ya fue un milenio, dos, toda la vida, pero sigue el amor. San Agustin de Hipona hablaba de un amor sin medida, desde adentro, desde la "llama de amor viva" a la manera de San Juan de la Cruz. La historia tiene en su respiro el amor, asi ha sido siempre, en verdad, no existe ninguna pertenencia o identidad del hombre que no haya sido cercada por el amor. Y mas aun la celada se repite siempre, con iluminacion, incomprension, dominio, perdida, desidia de repetirlo, o deseo de encontrarlo, pero es amor. Cristo fue el mas grande amor que ha vivido la humanidad, aun sin que Hesiodo lo identificara como ser historico. Estuvo el Mesias crucificado dandose en el amor que aun muchos prefieren ignorar, pero saben que esta ahi con los brazos abiertos, en amor. Y repito la palabra, amor, puede existir algo mas real? Aqui estamos, aqui respiramos, y desde luego lo hemos sentido. Eso es la vida, en adicion a los dispositivos electronicos, el trafico, nuestros hogares, la mesa, la familia o la comida. Y es invisible, es decir, el amor es lo unico invisible inherente al hombre, el hombre solamente lo expresa, expresa lo que no puede tocar, solo sentir, y eso hace esta palabra magica. De modo que somos el amor que expresamos, sentimos, vivimos, compartimos, y buscamos hacerlo generacion que no se olvida. Leonardo Rivadeneyra nos ofrece la urgencia y pertinencia de una palabra milenaria casi olvidada por el hombre moderno, a pesar de, y valga la ironia, prepararla en una caja de chocolates, una botella de vino de la mejor cosecha o un pasadia donde solo dos hacen la diferencia. La urgencia esta en que el amor como palabra es una verdad suprema, que cultivada en ala y espiritu es grande y renovadora, es curativa, es ancestral. Si ese amor, es sentido, es vivido se hace conciencia, primero en el ser luego es colectivo, y de ahi la armonia. Eso hace a Leonardo Rivadeneyra poeta de actualidad, pensador, o prestidigitador. En sus palabras hay un encuentro con una verdad, una verdad para todos. En el poeta hay autenticidad, elegancia, y futuro. Recibimos este libro como un tratado de la armonia de los seres, un tratado de conciencia y amor, y desde ahi, un verdadero pacto de libertad: "Dios es un Poeta, por ello, los poetas no piden permiso para entrar a los corazones" (Eros) Marioantonio Rosa